#EnNutsaTeVesYSientesBien
Lo sentimos, pero devorarte el refrigerador entero o tomar muchos vasos con agua tras una noche de intensa bebida no mejorará tu dolor de cabeza al día siguiente.
Así lo indica un estudio que llevó a cabo un equipo de investigadores de Holanda y Canadá con 826 estudiantes de la nación europea y que se dio a conocer esta semana.
La conclusión, aunque es un poco evidente, es contundente: la única manera de evitar la resaca es beber menos alcohol.
Los autores de la investigación les preguntaron a los participantes que les dijeran cómo aliviaban los síntomas de la cruda, pero ni el agua ni la comida tuvieron un efecto positivo en el malestar del día siguiente.
Entre los 826 estudiantes, 54% comieron después de beber alcohol, incluyendo alimentos altos en grasas y desayunos fuertes, con la esperanza de ahorrarse la resaca.
Con el mismo objetivo, más de dos tercios de los participantes tomaron agua mientras ingerían alcohol y más de la mitad lo hicieron antes de irse a acostar.
Aunque estos grupos mostraron una ligera mejora en la forma cómo se sentían en comparación con quienes no habían tomado agua, no se registró una diferencia real en las resacas.