#EnNutsaTeVesYSientesBien
En México hay alrededor de 800 mil adultos mayores que padecen Alzheimer, cuya incidencia es 100 veces superior que la de cáncer de mama, informó el director del Instituto Nacional de Geriatría (Inger), Luis Miguel Gutiérrez Robledo.
Los organismos internacionales de salud han mostrado su preocupación ante el avance de la enfermedad. En el mundo, 46.8 millones de personas padecen demencia y entre ellas entre el 60% y el 70% sufren de Alzheimer. Se estima que para el 2050 el número ascienda a 131,5 millones y que la cantidad de enfermos se duplicará cada 20 años.
Pero como este mal no tiene cura, la prevención tiene un papel más sencillo y en esta ocasión te presentamos algunos alimentos que te ayudarán a ejercitar la memoria.
Frutos secos: Su alto contenido en vitaminas del grupo B, Omega 3, Omega 6, fósforo, cobre, calcio, zinc, magnesio y hierro los hace indispensables para mantener una mente activa.
Cereales integrales: Al ser completos, no han perdido vitaminas como la B6 o el ácido fólico, además de riboflavina, niacina y minerales como el hierro, zinc, cobre, magnesio, selenio y fósforo.
Frutos del bosque: Los arándanos, frambuesas, moras o fresas tienen una gran cantidad de antioxidantes, que bloquean la formación de radicales libres que provocan daño celular.
Curry: Se ha descubierto que esta especia con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes es eficaz para tratar la pérdida de memoria.
Chocolate y vino tinto: Estos dos alimentos son ricos en flavanol, por lo que estimulan y refuerzan la función cerebral.
Pescado: Una muy buena fuente de Omega 3 y Omega 6. Si el pescado es azul, mejor.
Plantas crucíferas: El brócoli y el coliflor no son las verduras más populares, pero sus sustancias antioxidantes y antiinflmatorias ayudan a mantener a raya determinadas dolencias.
Cebolla y manzana: La quercitina es el flavonoide más habitual en la dieta y se destaca por su elevada actividad antioxidante.
Aceite de oliva extra virgen: Su alto contenido de grasas saludables monoinsaturadas protege al cerebro. Si es ecológico, mejor.