#EnNutsaTeVesYSientesBien
Si prestas atención a lo que comes sin dudas estás intentando cuidar tu alimentación y beneficiar con ella tu salud y tu estética, pues entonces, cuando eliges qué comer, es importante mirar más que las calorías.
Más allá de las calorías
Cuando intentamos adelgazar, estar en forma o simplemente lucir mejor cuidando nuestra dieta, el primer dato que solemos mirar de cada alimento o preparación que ingresa en nuestra boca es su aporte calórico, es decir, cuántas calorías ofrece.
Sin embargo, no sólo las calorías importan, pues si bien éstas son clave para mantener el peso, adelgazar o ganar masa muscular, resulta fundamental tener más datos sobre la calidad y el efecto en nuestro organismo de aquello que ingresamos al cuerpo.
Entonces, más allá de las calorías, deberíamos considerar otros factores que pueden ser de gran valor para cuidar nuestra dieta y alcanzar el objetivo que tenemos y por el cual, intentamos mejorar nuestra alimentación.
Otros datos a tener en cuenta
Además de las calorías que sin duda son importante, resulta clave considerar otros datos al momento de elegir qué comer. Por ejemplo:
Poder saciante, es decir, hay algunos alimentos que por sus características calman el hambre o reducen el apetito más que otros y ello, es importante tenerlo en cuenta. Por ejemplo, aquellos alimentos que tienen fibra, proteínas o triptófano que puede calmar nuestra ansiedad serán más aconsejables que aquellos ricos en azúcares y/o grasas.
Nutrientes, pues no es lo mismo consumir una barra de cereales que una manzana a pesar de que ambas tienen iguales calorías, ya que la primera aporta sobre todo azúcares e hidratos, mientras que la última además de hidratos y azúcares naturales, ofrece potasio, vitaminas, antioxidantes y fibra para nuestro cuerpo.
Presencia de nutricosméticos, es decir, si aquello que estamos por comer tiene más nutrientes con efectos cosméticos que otro alimento con igual aporte calórico, sin duda estamos tomando una decisión acertada, pues éste producto nos ayudará a lucir mejor además de ofrecernos energía.
Volumen o contenido de agua, ya que a mayor contenido acuoso de una preparación o alimento menor es su aporte calórico, podemos decidir qué comer en función de éste o lo que es igual, de su volumen. Pues un par de naranjas pueden tener igual cantidad de calorías que un bombón, pero las primeras tienen mucho más volumen y agua, por lo que saciarán más nuestro apetito. Además, tienen más nutrientes buenos y con efectos cosméticos para nuestro cuerpo.
Gustos y preferencias, pues si tenemos dos alternativas con iguales calorías, sin duda debemos optar por aquella que más nos guste. Se ha probado que comer aquello que nos gusta está estrechamente vinculado a la saciedad que sentimos.
Textura y consistencia, ya que los sólidos o alimentos que exigen más masticación por ser más duros sacian más y ayudan a comer menos según ha quedado demostrado en un estudio reciente.
Como podemos ver, resulta clave considerar otros cuántos factores además de las calorías al momento de elegir qué comer para cuidar la salud, nuestra estética o ambas cosas al mismo tiempo.
Ejemplos de que no sólo las calorías importan
Para demostrar que no sólo las calorías importan, os dejamos algunos ejemplos de alimentos y/o preparaciones que contienen igual aporte calórico pero muchas otras diferencias que vale la pena considerar:
Miel y azúcar: ambos aportan unas 60 Kcal por cucharada, pero la primera es rica en potasio, antioxidantes y vitaminas, mientras que la segunda sólo aporta calorías derivadas de hidratos simples.
Tres mandarinas y una porción de pizza: ambas alternativas poseen igual cantidad de calorías, pero claramente la segunda tiene peor calidad nutricional y sacia menos que tres mandarinas que además, ofrecen vitamina C, fibra y antioxidantes para el organismo.
Un huevo y cuatro caramelos: los últimos aportan azúcares, mientras que el primero con igual aporte energético es fuente de proteínas, de vitamina A, biotina y otros nutrientes cosméticos. Por lo tanto, al momento de elegir, el huevo sería la opción más adecuada.
Una copa de vino y 8-9 patatas fritas: ambas opciones tienen igual cantidad de calorías y resultan muy sabrosas, pero el vino sería la alternativa más sana si pensamos en sus polifenoles, su contenido en potasio y sus beneficios cuando se consume con moderación, mientras que las patatas fritas, sólo nos incitarán a seguir comiendo porque poseen grasas, sodio e hidratos únicamente.
Claramente, si quieres elegir qué comer de la forma más adecuada, además de las calorías es importante observar otros factores que nos hablen de sus nutrientes y el efecto que tiene la ingesta de los alimentos en nuestro cuerpo.