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No todo lo que usted ponga de más en el plato jugará en su contra en la báscula. Esto demuestra una investigación dirigida por el profesor Joan Sabaté, director del departamento de Nutrición de la Universidad de Loma Linda (California, Estados Unidos), que revela que añadir medio aguacate al menú diario desemboca en comer menos.
Básicamente, comprobaron que el efecto en el organismo de la composición de esta fruta reduce en un 40% el deseo de picar algo durante las tres horas siguientes. Una cualidad que lo convierte en un buen aliado para evitar ir al refrigerador cada dos por tres o, mejor aún, para no servirse cantidades enormes de comida con la idea de que cuanto más coma ahora, menos comerá después.
Es cierto que el aguacate, por su aporte calórico (160 calorías por cada 100 gramos, como el conejo, el vino dulce o la leche condensada sin azúcar), no parece el mejor aliado para perder peso, pero a su favor hay que decir que, según el estudio, este alimento no genera un aumento ni una disminución rápida de la glucosa en la sangre, que es lo que activa el apetito y la necesidad de comer. “Las grasas en general son las que más retardan la sensación de tener apetito y el aguacate tiene un gran contenido en grasa insaturada buena”, explica el doctor Antonio Escribano, médico especialista en Endocrinología y Nutrición y responsable médico de nutrición de la Federación Española de Fútbol y de Baloncesto.
“La grasa, junto con la proteína, no activa la insulina, que es la que produce bajas rápidas de azúcar y estimula el apetito, algo que sí ocurre con los hidratos de carbono u otro tipo de azúcares. Además, tiene una digestión muy laboriosa y lenta, lo que contribuye a que el organismo tarde en pedir alimento”, añade el experto.