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La enfermedad tromboembólica encabeza la lista de causas de muerte prevenibles en el paciente internado al punto que el 60% de todos los tromboembolismos Venosos (TEV) están asociados a hospitalización. Produce más fallecimientos que la sumatoria de muertes por SIDA, los siniestros viales y el cáncer de mama.
En el mundo, 1 de cada 4 personas muere por enfermedad tromboembólica. La Enfermedad Tromboembólica Venosa es una enfermedad vascular, poco conocida por el público en general, que junto al Infarto Agudo de Miocardio y al Accidente Cerebrovascular (ACV) encabeza el ranking de muertes a nivel mundial.
El TEV es la primera causa prevenible de mortalidad hospitalaria ya que alrededor del 60% de todos los TEV están asociados a hospitalización. Por ello es posible reducirla mejorando la identificación de pacientes de alto o moderado riesgo para brindarles la profilaxis adecuada.
La TVP es una afección en la que se forma un coágulo de sangre en una vena del cuerpo. Estos coágulos usualmente ocurren en las venas de las piernas pero puede suceder también en los brazos u en otras partes. Si el coágulo tanto de miembros superiores como inferiores se desprende podría desplazarse hasta los pulmones generando un cuadro potencialmente fatal, denominado tromboembolismo pulmonar (TEP).
Los síntomas de dicho cuadro incluyen: dolor, tensión hinchazón, enrojecimiento y calor en el sitio afectado. Pero el paciente puede no tener síntomas por lo que resulta clave la prevención, sobre todo, en aquellas personas que tienen riesgo aumentado de padecer TVP como ser: personas de más de 60 años, estar en reposo por un largo período al recuperarse de una cirugía, si sufrió la fractura de un hueso, durante un viaje prolongado, si está enfermo y en cama por mucho tiempo, pasar largas horas sentado frente a una computadora, entre otras situaciones.
Ser propenso a la formación de coágulos sanguíneos o haber tenido una TVP anterior. Tener un catéter venoso central. Durante el embarazo y las primeras 6 semanas después del parto. Tener obesidad. Los pacientes oncológicos, tomar anticonceptivos orales o terapia hormonal y estar internado con reposos esperable por más de 48 horas.
Los pacientes pueden tomar medidas para reducir el riesgo de un episodio de trombosis tales como respetar las indicaciones (tiempo, dosis, frecuencia) del médico en relación a la ingesta de medicamentos, retomar el movimiento tan pronto como sea posible después de una cirugía o una enfermedad, de acuerdo a la recomendación del médico. Moverse reduce las probabilidades de formar coágulos.
Ejercitar los músculos de la pantorrilla durante viajes largos o largas horas de reposo o inactividad física frente a la computadora, o en su trabajo diario habitual. Si tiene dudas, o presenta hinchazón, dolor, entumecimiento, o cambio de color ya sea del miembro superior o inferior consulte a su médico. Si se va a operar o a internar por cualquier causa consulte a su médico sobre la conveniencia de recibir prevención en el pre o en el postoperatorio. Si en su familia directa hay antecedentes de trombosis no olvide hacérselo saber a su médico y que este le aconseje como protegerse. Movilizarse e hidratarse son dos herramientas que, también, ayudan a prevenir la trombosis.