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El trastorno de compra compulsiva esconde frustración, ansiedad y bajo estado de ánimo.
Se caracteriza por una necesidad irreprimible de hacer compras desmedidas y a veces innecesarias, solo por el hecho de evadir conflictos personales y, al contrario, experimentar sentimientos de satisfacción y gratificación a través de las nuevas adquisiciones.
«Normalmente suele estar asociada a trastornos del estado de ánimo y de ansiedad, de manera que antes de dispararse la conducta de compra compulsiva, se van dando una serie de factores circunstancias que progresivamente van generando en la persona cierto nivel de frustración, ansiedad y bajo estado de ánimo», explica el psicólogo y experto en conductas adictivas Félix Zaragoza.
De acuerdo al especialista, los estudios sobre este trastorno dan cuenta que tiene una prevalencia del 1,1 % en la población general y afecta principalmente a mujeres de entre 20 a 40 años, con posibles problemas de estado de ánimo, ansiedad, conducta alimentaria, baja autoestima y baja tolerancia a la frustración.