#EnNutsaTeVesYSientesBien
La dieta mediterránea cierra por todos lados. A los ya conocidos beneficios para la salud del corazón y hasta para la juventud genética, un nuevo estudio confirmó que el consumo de aceite de oliva virgen y frutos secos, dos de sus pilares, retrasa el deterioro cognitivo de las personas asociado al envejecimiento.
La investigación realizada en el Hospital Clinic de Barcelona, España, demandó un seguimiento durante cuatro años de 447 hombres y mujeres de una edad promedio de 67 años al inicio, todos sanos a nivel cognitivo pero con alto riesgo cardiovascular. Los médicos los dividieron en tres grupos y les asignaron una dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva virgen extra, una dieta mediterránea con un extra de frutos secos y una dieta control baja en grasa.
Tras cuatro años de seguimiento de los voluntarios, los médicos evaluaron la función cognitiva mediante test neuropsicológicos al inicio y al final de la pauta alimentaria asignada y comprobaron que había una mejora de la función cognitiva en los participantes que siguieron la dieta mediterránea suplementada con aceite de oliva y frutos secos respecto en comparación con aquellos que habían seguido la dieta control, en quienes se constató un deterioro cognitivo. La mejora, según se constató, era independiente de variables como la edad o el sexo.